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Extraña muerte del Papa Juan Pablo I

A pesar del hermetismo con que se trató la muerte del Papa Juan Pablo I, algunas pruebas quedaron para hacerle recordar a la humanidad que algo oscuro se escondía.

El recordado Papa Juan Pablo I, falleció en setiembre de 1978 en circunstancias nunca esclarecidas a los 33 días de haber asumido el pontificado en Roma.

No existe ninguna investigación oficial sobre las causas de la muerte del Santo Padre, pero los interesados en develar el misterio siguen buscando datos y pruebas que puedan aportar a la verdad.

Versión oficial:

Se informó que Juan Pablo I murió por un infarto al miocardio, su secretario le encontró en su habitación con la luz encendida como si aún estuviera leyendo, de inmediato se dio aviso al médico y este constató su muerte.

Hechos que abren la teoría de la conspiración:

- El Vaticano se negó a dar detalles sobre la muerte del Papa y no permitió por ningún motivo que se realice la autopsia.
- Cuando el cuerpo del Santo Padre yacía muerto en su cama, su secretario Villod, escondió en su sotana un frasco de pastillas que tomaba por las noches y un apunte donde estaban las actividades que realizaría al día siguiente.

- Desparecieron algunas pertenencias del Papa, como su testamento, sus zapatillas y unas gafas y nadie supo cómo explicarlo.

- Al Dr. Buzzonetti solo le permitieron hacer un examen rápido y de una forma superficial.

- Fue extraña la prisa por embalsamar el cadáver, lo cual no está acorde con la legislación de Italia, se pensó que debería esperar 24 horas como se hizo con otros Sumos Pontífices fallecidos.

- Poco tiempo antes de morir el Papa había tenido un examen médico completo, arrojando como resultado que gozaba de muy buena salud.

- El secretario del Papa insistió en su embalsamiento rápido, eso dejaría de lado la posibilidad de una autopsia, como era el pedido de muchos allegados al Vaticano bajo la silenciosa sospecha que podría haber sido envenenado.

- El Sumo Pontífice falleció aproximadamente a las 5 de la mañana pero se dijo en la versión oficial que había fallecido a las 11 de la noche del día anterior. Eso facilitó que a las 11 de la noche del día siguiente, justo luego de pasadas 24 horas de la hora oficial en que había fallecido, pudiera ser embalsamado.

- Cuando fue embalsamado no se permitió extraer la sangre ni los órganos internos, únicamente se le aplicaron sustancias químicas. Para los defensores de la conspiración, afirmaron que una pequeña muestra de sangre hubiera bastado para saber si fue envenenado.

- Los encargados de embalsamarlo dijeron que al examinar el cuerpo, este no presentaba signos de haber muerto 24 horas antes, calcularon que había fallecido aproximadamente a las 4 de la madrugada y eso fue confirmado por otros testigos.

Sin duda una ola de misterio ha rodeado la muerte del Juan Pablo I, pero los únicos que pueden dar fe de la conspiración en el mismo corazón del Vaticano, serían los que embalsamaron el cuerpo y los testigos que afirmaron la hora del deceso, pero todos ellos personas ligadas al Vaticano.

¿Por qué decidieron callar?, ¿Qué ocultó el secretario personal del Santo Padre?

Se cree que existen otras pruebas que irán saliendo a la luz las cuales se inclinan por la versión que fue envenenado en complicidad con algunas personas de su entorno.